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El viernes 2 de agosto, en horas de la mañana, Ernesto Benítez declaró ante la Fiscalía de Derechos Humanos en cumplimiento de la reapertura de investigación en el caso de tortura, de la que fue víctima en el año 2003 por agentes de la Polícia Nacional y Antimotines.

Siete años pasaron desde que el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas emitiera su dictamen para la reapertura de la investigación que ahora se encuentra a cargo del fiscal Santiago González Bibolini, de la Unidad de Derechos Humanos.

Fue un largo camino el transitado para lograr que esto se hiciera realidsad, pues Ernesto había presentado una denuncia ante el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas, y en el 2012 el Comité remitió su dictamen al Ministerio del Interior y al Ministerio de Relaciones Exteriores del Paraguay sobre la violación de los derechos básicos de Ernesto.

Asimismo, la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (CODEHUPY) quien acompaña el caso, había enviado un Informe en el 2015 al Comité de Derechos Humanos, denunciando que el Estado paraguayo seguía sin investigar el caso de tortura contra Benítez y casos de abusos contra campesinos.

Cabe destacar que esta será la primera vez que Paraguay aplica la doctrina de la Cosa Juzgada Fraudulenta, que es cuando, se determina que un juicio no cumplió con los requisitos mínimos establecidos en instrumentos internacionales de protección de derechos humanos, es decir, que la investigación fue realizada solo para cumplir un protocolo de formalidad, no hubo un análisis y una intensión definitiva de poder llegar a la verdad y reparar los hechos conculcados en la búsqueda propia de la justicia.

Desde la CODEHUPY celebramos la decisión definitiva del Ministerio Público de reabrir esta causa y destacamos la perseverancia de Ernesto Benítez para que su caso sea reabierto, sentando un precedente que puede ayudar a que este tipo de acontecimiento no vuelva a ocurrir.