Pronunciamientos

En ocasión del paro internacional de mujeres previsto para el 8 de marzo, la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (Codehupy) celebra la iniciativa que pone voz a tantas mujeres silenciadas de nuestro país; que visibiliza una realidad que el Estado pretende evadir; que construye colectivo en diversidad en un entorno consumido por el individualismo. Manifiesta su pleno apoyo a la iniciativa y sostiene cuanto sigue:

1- Estamos asistiendo a una serie de retrocesos en materia de derechos de las mujeres, con efectos concretos en la vida de las mismas y a raíz de la renuncia en la construcción de políticas públicas basadas en los derechos humanos, tergiversando de mala fe la herramienta que ofrece la perspectiva de género para la construcción de una sociedad con iguales derechos para todas las personas.

2- Las trabajadoras siguen sometidas a una brecha salarial injusta, que en el caso de las trabajadoras domésticas, incluso se hace ley. Las trabajadoras sexuales son víctimas de violencia institucional y el no reconocimiento de su trabajo las obliga a una mayor clandestinidad, con escaso o nulo acceso a la justicia ante la vulneración de sus derechos. Las mujeres campesinas e indígenas que no sólo deben tolerar el despojo de sus tierras sino que son aún más vulnerables por su condición de mujeres empobrecidas; así como las empobrecidas urbanas que además de la denegación de un trabajo digno sufren las consecuencias de la falta de vivienda.

Las mujeres afrodescendientes, sobre quienes ni tan siquiera existe normativa de visibilización suficiente. Madres cuyos embarazos y lactancia aún no son concretados en la práctica como derechos plenos. Mujeres de toda clase social que recurriendo a las autoridades para denunciar violencia sólo reciben la impunidad como respuesta. En nuestro país habitan mujeres diversas, trabajadoras y explotadas, acosadas, violentadas, sometidas a ser objetos sexuales en los medios, muertas en un grito ahogado en la indiferencia de intereses mezquinos y sectarios.

Nuestro país soporta la vergonzosa cifra de contar con dos niñas menores de 14 años pariendo por día, y aun así la educación con perspectiva de género les es negada bajo pretextos que distan de una protección integral a las mismas.

3- Además de las mujeres trabajadoras, realizamos un especial saludo y reconocimiento a la lucha de las mujeres trans y de las mujeres lesbianas de nuestro país, quienes en los últimos años vienen siendo especialmente visibilizadas en la denegación de derechos, por parte de un Estado que tanto por acción o por omisión legitima prácticas de violencia por orientación sexual, identidad y expresión de género, llevándonos al absurdo de tener que debatir si una persona tiene o no derechos.

4- Por tanto, exigimos al Estado la reversión de sus políticas en cuanto a los derechos de las mujeres y que implemente de forma inmediata medidas positivas para el desarrollo y entendimiento cabal de una política integral de género libre de tergiversaciones que convierte en cómplice a una sociedad a la que se le es negada toda información y formación. Exigimos una educación integral en derechos humanos que tienda puentes seguros para librarnos del profundo abismo sobre el cual tambaleamos como país.

5- A las mujeres, ofrecemos nuestra profunda solidaridad y compromiso de caminar juntos. El 8 de marzo, saldremos a las calles porque su lucha es la nuestra y la de toda sociedad digna.

 

Junto a ustedes caminamos para gritar ¡BASTA DE DISCRIMINACIÓN Y VIOLENCIA!

 

Asunción, marzo 8 de 2018

Por la Coordinación de Turno: Lilia Molinier, Tape ́a; Julia Cabello, Tierraviva; Lucía Benítez, UNES.

Secretario Ejecutivo: Oscar Ayala Amarilla.