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Una Reforma del Estado debe incluir en el debate no solo la eliminación de privilegios de un sector del funcionariado público, sino también la eliminación de privilegios de sectores económicos con poder, que mediante la matriz tributaria injusta que hoy rige, ganan más pero pagan menos que la mayoría de las y los paraguayos. Además el debate debe incluir a todos los sectores sociales y no solo a los mismos actores políticos que están en el poder desde hace tiempo y son los responsables de la situación actual.

“Hoy el Estado plantea una reforma desde el poder y para el poder. Si uno mira la foto del Banco Central y ve quiénes estaban presentes –en la primera reunión sobre Reforma del Estado- son claramente los actores políticos y económicos que hoy tienen el poder”, aseguró el Secretario Ejecutivo de la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay, durante el ciclo de charlas virtuales que realiza Amnistía Internacional, miembro de la red de organizaciones de CODEHUPY.

Además el gobierno actual busca claramente centrar la reforma del Estado en el recorte de privilegios para un sector de los funcionarios que ganan salarios astronómicos. Dicha medida, que correctamente ya se está ejecutando, es absolutamente insuficiente para hablar de reforma de Estado, que debería incluir nuevas leyes que mejoren la salud pública, la protección social y principalmente que revise la matriz de impuestos, que hoy privilegia a pocos en detrimento de todas y todos los paraguayos.

“Es una trampa porque se quiere presentar a ojos de la ciudadanía que el problema que tenemos en Paraguay es solamente que algunos funcionarios ganan más, cuando ese es un aspecto pero no el único. La desigualdad en Paraguay pasa esencialmente por la inequidad que hay en el aporte de tributos, la injusticia tributaria”, afirmó.

Es momento por eso, de tener mucho cuidado y no caer en la trampa de los discursos y debates apresurados, que ponen el foco en uno solo de los problemas con el objetivo de desviar la atención de otros ejes fundamentales.  El enorme esfuerzo que hace un sector del Estado, como quienes están directamente involucrados en la gestión de la salud, no debe ser aprovechado por políticos que tradicionalmente legislan y decretan en perjuicio de la ciudadanía.

“De un proceso de discusión que tenga que ver con reformar el país en términos de nuevas leyes, de nuevos regímenes impositivos, de nuevas medidas que afecten la salud pública, de esa discusión la gente tiene que participar. Y en un momento de restricciones, asilamiento y desmovilización por la cuestión sanitaria, esa participación se va limitar a los políticos de siempre”, indicó Ayala.

La matriz tributaria debe ser revisada, porque además de atender la emergencia por la pandemia que está en las puertas del país, en el futuro el Estado deberá también afrontar las consecuencias sociales y económicas, como el préstamo de 1.600 millones de dólares que pagaremos todos. Si todos vamos a pagar, porque todos fuimos endeudados, entonces todos debemos participar de ese debate sobre cuál es el país que queremos después de esta crisis.