En marzo de 1999, ante el ataque a nuestra naciente democracia y en el calor de la defensa de la institucionalidad democrática, organizaciones y personas con historias, trabajos, proyectos de derechos humanos decidieron crear una entidad que las nucleara alrededor de un espacio común para debatir, reflexionar y coordinar acciones frente a la situación del país, para avanzar en la vigencia plena de un Estado de derecho.
Así nació la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (Codehupy), con el objetivo principal de defender y promover los derechos fundamentales de las personas, y exigir al Estado paraguayo el cumplimiento de los compromisos establecidos en los instrumentos jurídicos internacionales y nacionales relativos a los derechos humanos. Integrada actualmente por 39 organizaciones y redes, la Codehupy se constituyó en una asociación civil sin fines de lucro, no confesional y apartidaria.
Actualmente, la red aglutina a instituciones que trabajan diversas temáticas. Nuestra principal fortaleza es la diversidad. Estamos convencidas y convencidos de que la mayor fuerza de una sociedad radica en la empatía y el respeto hacia todas las personas, sin ningún tipo de discriminación.
En estos 25 años, la Codehupy se ha convertido en una referencia nacional e internacional, gracias a su mirada crítica y constructiva de la situación de los derechos humanos en nuestro país. Lideró la elaboración de informes de la sociedad civil para los sistemas de protección de derechos humanos. Participó de procesos de fortalecimiento y creación de políticas públicas. Utilizó el litigio nacional e internacional para obtener reparación para víctimas de violaciones de derechos humanos y para establecer políticas contra la impunidad y medidas de no repetición.
Hemos realizado importantes investigaciones sobre la violencia contra las comunidades campesinas, como el Informe Chokokue y el Informe Marina Kue, que registran asesinatos de dirigentes campesinos en la lucha por la tierra.
La Codehupy acompaña las luchas de las organizaciones LGBTIQ+, como la Mesa Nacional Trans, integrada por diversas organizaciones del país, cuyo objetivo es defender los derechos de las personas trans. Un logro destacado de la Mesa Nacional es el juramento de Kimberly Ayala ante la Corte Suprema de Justicia en noviembre de 2020, tras años de discriminación debido a su identidad de género como mujer trans.
Actualmente, la Codehupy representa a Yren Rotela y Mariana Sepúlveda en su demanda contra el Estado paraguayo ante el Comité de Derechos Humanos de la ONU, exigiendo el derecho a registrar sus nombres de acuerdo a su identidad social. Además, junto con Amnistía Internacional y Panambí, Codehupy apoya la campaña “Soy Real, Mi Nombre Debe Ser Legal”, que busca el cambio de nombre en Paraguay.
La Codehupy se ha constituido como referente para la DEFENSA de PERSONAS DEFENSORAS DE DD.HH. Los seminarios internacionales y los Premios Dignidad aportan para la visibilidad y el fortalecimiento de este colectivo. Además, se han registrado las graves violaciones de derechos humanos en la Zona Norte.
Tras 35 años de DICTADURA y 35 años de transición democrática seguimos apostando sin ninguna duda a la construcción democrática de nuestra República y para esta construcción es de VITAL importancia la MEMORIA. Prueba de ello es la edición de la versión esencial del Informe de la Comisión de Verdad y Justicia: VENTANAS ABIERTAS, que apunta a que el público joven, que no vivió la dictadura, conozca las violaciones de derechos humanos que ocurrieron en ese momento.
La narcopolítica, la corrupción, el crimen organizado y el fundamentalismo religioso que erosionan la democracia y ponen en peligro lo que hemos conseguido como sociedad;
Nuestra República fue fundada en el reconocimiento de la dignidad humana, y se adoptó la democracia representativa, participativa y pluralista como forma de gobierno. Sin embargo, hoy, desde las altas esferas de gobierno no solo quieren cercenar nuestro derecho a participar en los asuntos públicos, sino que quieren acallar las voces plurales e independientes que lo único que reclaman son DERECHOS.
La justicia, la igualdad, la libertad de expresión y la dignidad humana se ven amenazadas, y es precisamente en estos momentos cuando debemos redoblar nuestros esfuerzos para proteger los derechos fundamentales de todas las personas.
Sigamos apoyando, colaborando y trabajando juntas y juntos para que –sin importar cuán difíciles sean las circunstancias–, la lucha por los derechos humanos nunca se detenga.
Mantengamos la esperanza, mantengamos la lucha y fortalezcamos la certeza de un mundo donde todos los derechos sean respetados para todas las personas, y en esta celebración de 25 años de trabajo ininterrumpido de la Codehupy con todas sus organizaciones, renovamos nuestro compromiso de continuar luchando con ustedes codo a codo para que en nuestro país el Estado Social de Derecho sea una realidad y todas las personas sin ningún tipo de discriminación, gocen plenamente de todos sus derechos humanos.