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En asamblea de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) montaron vallas para impedir ingreso de estudiantes.

Estudiantes de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) denunciaron que este jueves un contingente de antimotines ingresó a la sede del Rectorado sobre la avenida España, en directa contravención de la autonomía universitaria, que conlleva la inviolabilidad de los recintos y edificios universitarios por agentes de las fuerzas públicas, a excepción de situaciones especiales en que con fundamentos un magistrado decida la suspensión temporal de ese principio constitucional.

A esto se añade que esta medida irregular se realizó con el fin de brindar cobertura de la fuerza coercitiva a una asamblea donde un sector, específicamente el docente, se empeña en seguir desoyendo los reclamos estudiantiles y se mantiene en la postura de preservar una mayoría propia en la toma de decisiones, la cual fue finalmente suspendida por la supuesta falta de garantías. Cabe sospechar que el objetivo de esta obstinación poca relación guarda con la excelencia académica y la correcta gestión de los recursos públicos, pero mucho con la mera protección de privilegios personales.

Sin embargo, cabe destacar que el clamor de cambio en la universidad –una de las instituciones que menos ha abierto las ventanas a los vientos de la democracia tras la caída de la dictadura–, es el deseo de la mayor parte de la comunidad académica. En este sentido es preciso resaltar la postura expresada por el Sindicato de Docentes de Trabajo Social, que señala que “es imperioso avanzar en la democratización de los espacios de gobierno universitario teniendo como meta la paridad entre los distintos estamentos con vistas a lograr una universidad pública, gratuita, con ingreso irrestricto, democrática y para todos y todas”.

Por su parte, los estudiantes denunciaron que desde la noche del miércoles se montó un operativo de seguridad con el fin de impedirles participar de la asamblea con la presunta finalidad de que las autoridades sigan decidiendo a puerta cerrada los destinos de la universidad, por lo cual decidieron saltar las vallas para hacer escuchar su reclamo. Asimismo, señalaron que solo recibieron propuestas ambiguas con el solo objetivo de destrabar la crisis, pero sin ofrecer soluciones al problema. Además de que este acto viola el derecho del escrutinio público en asuntos de interés general como la universidad, vulnera principios democráticos básicos como el derecho a la participación de los ciudadanos y ciudadanas en los asuntos que les afectan.

“Dicen que quieren que vuelvan la paz a la UNA, pero a qué paz se refieren. ¿A la tranquilidad que les ofrece un estatuto diseñado para estructuras prebendarias? A la tranquilidad de saber que pueden manejar la UNA como les plazca con un estatuto que promueve la impunidad? Les comunicamos que esa paz no va a volver, vamos a ir hasta las últimas consecuencias con el firme objetivo de liberar a la UNA del nefasto yugo de las claques corruptas que desangran la educación superior paraguaya hace décadas”, dice un pronunciamiento de los estudiantes emitido a propósito de la presente asamblea, que fue convocada para modificar cuestiones menores como el quórum necesario para las sesiones, pero que en nada cambia la representación por estamento.

Cabe recordar a las actuales autoridades universitarias que accedieron a sus puestos tras la primavera estudiantil del año 2015, que tiene como bandera la reforma universitaria, que deben comportarse a la altura de las circunstancias y actuar en el ejercicio del cargo en consonancia al espíritu de esa gran gesta ciudadana que ha enfrentado al autoritarismo y la corrupción.