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El 22 de marzo, Día Internacional del Agua, nos encontrará en Paraguay ante una grave situación de falta de provisión de agua potable, que afecta a miles de familias de todo el país y muy especialmente en los últimos meses a ciudadanos y ciudadanas de numerosos barrios de Asunción y Gran Asunción, la mayoría de ellos barrios populosos y vulnerabilizados, donde viven personas de escasos recursos.

El acceso al agua es un Derecho Humano Fundamental cuya falta afecta los derechos a la salud y a la vida. Se trata de un problema histórico, de ninguna manera reciente, que se agrava en un contexto de emergencia por la pandemia de coronavirus, arriesgando la vida incluso del personal de salud, ya que existen centros asistenciales de referencia que no tienen garantizado el servicio en esta coyuntura que exige cuidados sanitarios e higiénicos extremos.

Desde Codehupy lamentamos y denunciamos la desidia del Gobierno Nacional que en lugar de asumir su responsabilidad histórica pretende instalar un discurso en el que responsabiliza a la ciudadanía por exceso de consumo o, a la naturaleza por la falta de lluvia, excusas inadmisibles teniendo en cuenta declaraciones del actual presidente de la Essap que hace al menos seis meses ya hablaba de una situación crítica y sin embargo en todo este tiempo la institución no logró poner en marcha un plan de contingencia.

Paraguay es un país privilegiado en cuanto a recursos naturales. Aquí tenemos uno de los mayores reservorios de agua dulce del mundo, el Acuífero Guaraní, pero aun así desde hace años la población padece problemas con la provisión de agua potable de forma reiterada.

Nuestro país cuenta con deficientes políticas y programas de protección social, que debieran brindar una mejor calidad de vida a las personas; aun habiendo adherido a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que en su punto 6 establece que para el 2030 el gobierno garantizará “el acceso universal y equitativo al agua potable a un precio asequible para todos y todas”, sin embargo esa meta parece muy lejana ante la falta de inversión suficiente para paliar las necesidades del sistema de provisión.

El Estado es responsable de las consecuencias que tenga esta situación en la salud y la vida de los y las paraguayas. La falta de agua debe ser tratada como un problema de emergencia sanitaria y si es necesario tramitar leyes que permitan dar respuestas rápidas, el Poder Legislativo y el Ejecutivo deben atender esta necesidad de manera urgente.

Más información:

Óscar Ayala Amarilla, Secretario Ejecutivo Codehupy – 0971-284292

Miguel Lovera, Coordinador de Turno de la Codehupy – 0984-650499

Información de contexto: https://bit.ly/3cVfU9r