Noticias

Habitantes de la zona afectada denuncian que empresa falseó datos de informe señalando que la fábrica sería emplazada en una zona rural.

Pobladores del barrio Santa Lucía de la ciudad de Itá, departamento Central, se manifestaron el pasado sábado contra la instalación de una planta asfáltica en plena zona urbana. Con pancartas, cánticos y cortes intermitentes de ruta alertaron sobre las amenazas a la salud que implicaría la contaminación generada por la fábrica.

En declaraciones al sitio Paraguayoite.com, el vocero de la organización vecinal, Víctor Villagra, denunció que la empresa Duarte Castiglioni Construcciones, en complicidad con las autoridades comunales, está cometiendo un atropello contra el medioambiente, la salud y la vida. Añadió que recurrieron a instituciones como la Secretaría del Ambiente (Seam) y la Fiscalía del Ambiente, que no han actuado para hacer cumplir las normas que regulan loa instalación de plantas industriales que emiten sustancias tóxicas.

“Quiero hacer una invitación principalmente a los pobladores de Itá para luchar por un ambiente saludable porque esto a la larga nos va a perjudicar a todos. No se puede permitir que una planta asfáltica altamente contaminante se instale en un lugar poblado. Solo vamos a poder hacer cumplir las leyes ambientales con organización ciudadana porque las autoridades no tienen la voluntad de hacer su tarea y me animo a hablar de que hay corrupción de por medio. Esta lucha es todos los ciudadanos del Paraguay porque en todos lados se están cometiendo atropellos contra el derecho a vivir en un ambiente saludable”, expresó.

La fábrica, propiedad de Luis Duarte y del senador colorado y ex vicepresidente Luis Alberto Castiglioni, se encuentra en avanzada fase de construcción y está emplazada sobre la ruta Marcial Samaniego, que une Itá con Itauguá. Según la denuncia de los pobladores, los responsables del proyecto falsearon informaciones sobre el impacto ambiental y el efecto sobre el entorno consignando que la planta sería emplazada en una zona rural.

Entre otros puntos, el Relatorio de Impacto Ambiental (RIMA), elaborado por los másteres en geología Natalia Spinzi y Raúl González, señala que la vivienda más cercana se encuentra a 500 metros. Sin embargo, según pudimos corroborar la distancia real es de unos 10 metros. Además de ello, la boca de desagüe de efluentes desemboca en una calle con pronunciado declive en dirección a un curso de agua cercano.

El estudio de impacto ambiental detalla que la planta estará compuesta por una caldera, tanque de almacenamiento de asfalto, de fueloil, gasoil, sistema de calentamiento de asfalto, aceite térmico, filtro para intercepción de polvos y gases, entre otros elementos.

Consultada sobre los eventuales riesgos que implicaría la operación de este tipo de instalaciones en zonas pobladas, la ingeniera Mercedes Canese expresó que el proceso de producción de asfalto genera emisiones de azufre, anhídrido carbónico, partículas de fueloil, polución sonora y efluentes contaminantes que podrían afectar los recursos hídricos.

Por su parte, la empresa asegura que la planta tendrá una mínima afección sobre el entorno y que tanto en el periodo de operaciones como tras el cese de las actividades la seguridad estará garantizada.

“El proyecto atiende a lo dispuesto en la reglamentación vigente, sobre restauración del espacio natural afectado por las actividades, las instrucciones técnicas complementarias en materia de trabajo a cielo abierto y la restante legislación aplicable al ámbito autonómico, estatal y comunitario”, dice parte del informe de consultoría encargado por la firma.