Víctor Fariña, un paciente con cáncer en estado terminal, falleció ayer en el Hospital Regional de Ciudad del Este después de una larga agonía y de soportar dolores durante 12 horas en una camilla, antes de ser trasladado a una sala de reanimación. Este triste suceso destaca las graves deficiencias en el sistema de salud paraguayo, exacerbadas por decisiones controvertidas como el desmantelamiento del equipo de braquiterapia, esencial para la detección de diversos tipos de cáncer, y la prohibición de prescribir medicamentos y estudios que no se tengan en el hospital, entre otras gestiones negligentes en la administración de recursos de salud, afectando directamente a miles de personas.
Paraguay no cuenta con una inversión pública en salud mínima recomendada por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que es del 6% del Producto Interno Bruto (PIB). Son los altos gastos de bolsillo de las personas los que están financiando la salud. La infraestructura y recursos se concentran en la capital y zonas urbanas, dejando al resto del país en una situación de vulnerabilidad. Además, el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPBS), que atiende a más personas, recibe menos dinero por persona atendida que otras instituciones públicas.
Según la OPS, al menos una tercera parte de la inversión anual en salud debería destinarse a la atención primaria, clave para la detección temprana de enfermedades y el bienestar de la población. Sin embargo, Paraguay invierte menos de la mitad de lo recomendado, mientras asegura el 4% del presupuesto público para cubrir seguros médicos privados del funcionariado.
El informe “La Deuda de la Salud” de Amnistía Internacional señala que, bienes con impactos directos sobre la salud, como el tabaco, alcohol, alimentos con bajo aporte nutricional y bebidas azucaradas, son una fuente marginal de ingresos del presupuesto público. Una mayor recaudación de impuestos sobre estos bienes podría reducir su consumo y mejorar la salud de la población.
Organizaciones integrantes de la Plataforma por el Derecho a la Salud, como Codehupy, Amnistía Internacional, Fundación Vencer, Alames Paraguay, entre otras, presentaron información detallada en una audiencia temática sin precedentes ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre la crisis de salud pública en Paraguay el pasado 8 de julio.
Al gobierno de turno y a las autoridades pertinentes les recordamos que millones de personas dependen de mejoras urgentes al sistema público de salud. La inversión suficiente y el uso eficiente de los recursos son necesidades imperativas para asegurar el acceso a la salud para todas las personas en Paraguay.
Para más información, acceda al informe “La Deuda de la Salud” de Amnistía Internacional Py.
https://amnesty.org.py/wp-content/uploads/2024/05/La-Deuda-de-la-Salud-Final-web.pdf
Asimismo, recomendamos la lectura del artículo “Persisten la exclusión y la injusticia en un sistema de salud que no funciona como sistema” del Informe Anual sobre la Situación de los Derechos Humanos en Paraguay 2023, de la Codehupy.