Monitoreo, Pronunciamientos

El viernes 15 de junio, se cumplió un aniversario más de la masacre en Marina Kue – Curuguaty, donde 17 personas perdieron la vida en una operación estatal basada en violencia e injusticia. A seis años de aquella masacre la justicia paraguaya no ha esclarecido lo ocurrido. La muerte de 11 campesinos no ha sido investigada, un Tribunal de Sentencia condenó a 11 campesinos y campesinas a penas privativas de libertad que abarcan de 4 a 30 años, violando las garantías judiciales, como del debido proceso. Se presentó un recurso de casación a la Corte Suprema de Justicia hace exactamente un año, del cual no se obtuvo respuesta alguna.

Familiares, amigos, activistas y defensores de Derechos Humanos, siguen reclamando justicia, el tiempo no borra ni borrará la muerte de 17 personas, el dolor de tantas familias, la pérdida, el despojo, la violencia, no se olvidan. Hoy con más fuerza y firmeza la lucha sigue en marcha. El pasado viernes, una vez más, así lo han demostrado. Se realizó en la entrada misma de Marina Kue, un panel donde participaron activistas que acompañan el Caso Curuguaty desde el día uno.

Los disertantes Fueron: Margarita Durán, Dr. Luis Claude, Leonardo Wexel, Monseñor Medina, Oscar Ayala Amarilla, Guillermina Kanonnikoff, Hna. Marina Delgado y el periodista Hugo Pereira, también se dio lectura a la carta abierta enviada por Néstor Castro, Rubén Villalba, Arnaldo Quintana, Luis Olmedo, quienes se encuentran en el Penal de Tacumbú, privados de libertad.

Durante el desarrollo del Panel Margarita Durán expresó “Lo triste es que la caratula del juicio contra nuestros compañeros se hizo como por invasión de inmueble ajeno, pero la persona que invadió fue la que pidió el desalojo. Y como la justicia, todo el aparato Estatal vino a atropellar este lugar que fue declarado de utilidad pública sin que Riquelme tuviera ni un documento en sus manos. Por eso dice Jorge Lara Castro: La lógica del saqueo convertida en derecho provocó la masacre de Curuguaty, esto quiere decir, la usurpación, el robo se hace derecho y se defiende al que robó”.

Por su parte el Dr. Luis Claude manifestó que el hecho de que no se haya investigado la muerte de los campesinos hace caer el juicio en cuanto a su legalidad. “Necesitamos reivindicar la lucha por la libertad de quienes hoy están privados de su libertad con penas gravísimas, fundamentalmente me refiero a los cuatro compañeros que están en Tacumbú pagando una pena que no les corresponde porque son inocentes”.

Leonardo Wexel, escritor brasilero quien se declaró observador internacional del caso Curuguaty, recordó a los presentes que para él y muchos activistas que siguen el caso desde su país, Curuguaty es sinónimo de lucha, de conciencia, de memoria y de defensa histórica de lo más sagrado para el hombre, que es su derecho a la tierra, a producir y a consumir productos sin contaminación. “Ustedes tienen en Brasil a miles y miles de jóvenes, miles y miles de trabajadores, miles y miles de compañeros que estarán a su lado para defender la verdad de la mentira, para defender la justicia contra la injusticia, para luchar por un futuro en contra de un pasado de la muerte, el pasado de los desaparecidos, a ese pasado no volveremos jamás, no volveremos y vamos a seguir luchando todos juntos”.

Oscar Ayala Amarilla, secretario ejecutivo de la Codehupy señaló que, la Masacre de Curuguaty es la mayor violación de derechos humanos que hemos vivido después de la caída de Stroessner, en plena democracia. Expresó que históricamente para que el campesino alcance a obtener un poco de tierra necesariamente tiene que pelear por ella. “Nos preguntamos que es la justicia, la verdadera justicia sería que no vuelva a suceder una desgracia tal como la que ocurrió en Marina Kue, que los campesinos y las campesinas vivan en sus tierras con toda libertad y con todas las garantías”.

Guillermina Kanonnikoff, recordó al periodista Pablo Medina “Si Pablo Medina no hubiera proporcionado una foto panorámica que hoy nos ilustra como fue realmente el ataque, la emboscada a la que se le sometió a un grupo de no más de 60 campesinos que en derecho propio estaban en la lucha por la tierra, elemento fundamental de un campesino que tiene que generar vida a partir de lo que la tierra le da, no se hubiera podido probar las muchas mentiras que se han dicho”.

Agregó además, que no hay límites cuando la militancia es la lucha, “Puede haber miedos pero los miedos se tragan cuando uno ve que hay niños en la escuelita que se están educando, que hay profesores ad honorem que están trabajando con los niños, para mí ese es el ejemplo de lucha que nos da Marina Kue”.

Después del panel se realizó una procesión desde la entrada de Marina Kue, hasta el lugar donde ocurrieron los hechos, se desarrolló una ceremonia ecuménica y posteriormente, la actividad culminó con un almuerzo comunitario.

“El caso Curuguaty muestra cómo la discriminación se expresa en el Paraguay, cuando el Estado persigue a expensas, incluso, de sus obligaciones en derechos humanos a unos, dejando en la impunidad a otros, según la conveniencia  y los cálculos políticos del poder. No existe ninguna investigación sobre las ejecuciones extrajudiciales y torturas sobre las cuales existen evidencias muy consistentes”. Extraído del Pronunciamiento de Codehupy

Exigimos al Estado Paraguayo que cumpla con su obligación de velar por los derechos humanos de los paraguayos y paraguayas que han sido víctimas directa e indirecta en la Masacre de Curuguaty. Seguimos reclamando Tierra, Justicia y Libertad.