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Hoy, viernes 9 de febrero, se reanudó el juicio oral y público contra el excomisario Eusebio Torres, un hombre de 87 años acusado de actuar como torturador al servicio de la dictadura de Alfredo Stroessner. La jornada sigue a la apertura realizada el pasado 6 de febrero, donde se presentaron los alegatos iniciales y las pruebas documentales.

En esa ocasión, la defensa solicitó la prescripción y el cambio de calificación de los hechos punibles, propuestas que fueron rechazadas por el Tribunal. La fiscal Sonia Sanguinés argumentó que los pedidos fueron minuciosamente estudiados por el Tribunal de Apelación y la Corte, quienes aplicaron el artículo 5 de la Constitución, declarando imprescriptibles los delitos de lesa humanidad y haciendo una excepción a la retroactividad de la ley.

La intervención del Ministerio Público se originó a raíz de una denuncia penal presentada por Carlos Ernesto Casco, Luis Alberto Casco y Teresa Aguilera de Casco, quienes fueron ilegalmente detenidos. Estas personas sufrieron torturas físicas y psicológicas durante su privación ilegítima de libertad en el Departamento de Investigaciones de la Policía Nacional durante el régimen stronista entre 1975 y 1976. La imputación contra Torres data de 2017, cuando contaba con 80 años, y se solicitó su arresto domiciliario debido a que el código penal limita la cárcel hasta los 70 años durante el proceso penal.

En la jornada de hoy, se presentaron las testimoniales de la querella. De las 20 personas convocadas como testigos, 9 juraron durante la mañana. La fiscal del caso, Sonia Sanguinés, resaltó la importancia de estas declaraciones, ya que no solo brindan información sobre las experiencias de las víctimas identificadas, sino que también revelan que todos los testigos fueron víctimas en algún momento. Todos compartieron sus vivencias durante la detención en Investigación de Delitos y el posterior traslado a Emboscada. La fiscal considera que estas declaraciones son esenciales para entender el funcionamiento del sistema en esa época.

Carlos Casco, impulsor del juicio, señaló que este acto es un paso justo hacia la búsqueda de justicia que tarde o temprano llegará. Por su parte, Guillermina Kanonnikoff, testigo de la querella, destacó la importancia de no solo hacer memoria, sino también buscar la justicia como una medida de prevención para el futuro, dejando un legado de justicia a las generaciones venideras.

El juicio oral y público continuará el próximo lunes 12 de febrero, a partir de las 8:00 hs, en el Palacio de Justicia.

Fotografía: Alegría González.